Ya está confirmado que las cerezas no entrarán al mercado chino. Esto implica muchas cosas:
Las cerezas tienen que ser depositadas, destruidas, devueltas o lo que sea, pero no pueden permanecer en el buque ni en esos contenedores por mucho más tiempo. La situación se ve muy
compleja, considerando que el puerto chino de Nansha tiene capacidad para destruir solo 20
contenedores diarios (recordemos que son más de 1.300). Sea como sea, esto tiene costos asociados
y alguien tendrá que pagarlos.
La activación de los seguros por las pérdidas y responsabilidades puede tardar años, teniendo en cuenta que cada contenedor tenía un régimen
propio de exportación (exportadora propia, mixta, externa, con o sin seguro, etc.). Más adelante
hablaremos sobre esto.
Esto afecta directamente la liquidez
necesaria para que el productor de cerezas chileno pueda comenzar a preparar la próxima temporada.
¿Cómo solucionarlo? Créditos con los bancos o, quizás, cediendo los derechos de cobro de
seguros. Otros problemas colaterales incluyen el costo de
mantener el buque sin operar, el cobro por el uso de los contenedores y el impacto en el prestigio de
las cerezas chilenas, entre otros.
Febrero 2025.